Powered By Blogger

MLOM

Hoy Mañana es Ayer

martes, abril 20, 2010

Dos locos hedonistas

¿Quién sabe qué se esconde entre líneas?
Hoy es muy sobrio el pasado como huésped de mi mente,
pendiente de olvido, lejano de realizaciones tardías en presente.

Ese efecto de frustración subconsciente ya no me derrumba,
ya no me acontece, pero permanece ahí… intacto y para siempre.

Hay en mi mente un pensamiento pasivo,
una idea sugerente de futuro desconocido,
se apropia de mis sentidos ese sosiego
y el temor de aparecer en mañana.

Mañana que sea, mañana que fuera,
pregunta profana y tan llena de nada,
sólo quiero actuar correctamente,
que mis pasos sean buenos y firmes…
dar bien, hacerlo, tenerlo.

Pensar en después ahora es sorpresa,
escena estrafalaria de una historia que no es mía.

Personalidad encuentro aquí, allá…
ves, que estoy en muchas partes
pese a las apariencias más venideras y burdas.
Quiero encontrar una forma de ser feliz,
sin sentir miedo, sin omisión, ni recuerdos peligrosos
que amenazan con obsesionarme.

Estoy compitiendo con un símbolo que es mi imagen en deterioro,
algo de mí en ruinas, algo más rústico que mis facciones.
Ve mi cara: es decadencia y perversidad,
¿Acaso no es todo eso atrayente para la gente banal?

¿Acaso no viste eso en mis ojos, el día en mordías el polvo de mis pasos
sólo para que volteara a verte? Cuánta insistencia te hizo perseverar…
por qué lo hiciste, quiero saber, por qué accedí a tal embrollo…
tu voz… la recuerdo como si fuera música diferente,
en tono bajo, llamándome, rogando por tener algo mío.

He sido tan nefasta escribiendo y dando lectura al libro de mi vida.

Recuerdo tus palabras, porque ya no suceden en dolor actualizado,
sino a largo plazo que retrocede con tiempo,
sospecho sea cuestión de procesar y revertir la memoria
como si fuese un filme proyectado en mi cabeza,
que programa y destruye la historia vivida.

No es así como quiero que pase…
y que el tiempo deteriore los finales…
necesito tanto, tanto estar sola
y más mermar ese eco de un dolor habiente en suspenso.
Besar tu fantasma, decirle adiós para siempre.

No son, no son. No están, no hay nadie, menos tú.

Imposible es arrancar fragmentos de una historia hermosa,
por qué lo haría, dime si no es cierto que fue bello…
“fue”, he ahí la clave más profunda del problema.

Es ilógico, no tiene color, me llena de perturbaciones innecesarias.

Hace tanto que persigo el amor, el amor a mi misma,
todo va volviéndose pamplina…
eternamente estar en ti, como un deseo ambicioso y factible,
al igual que ver sol en día y luna en noche,
las nubes serían pasatiempos.

Ah si, ¿Pasa el tiempo en nosotros?
Quién quiere responderla, piénsalo,
estuve esperando que vinieras y dejáramos el mundo atrás…
olvidando todo “todo” amor, volver a comenzar,
cuántas cosas habrían cambiado,
cuánto hubiésemos prolongado el amor en hechos para ti y para mí…

Perderme en tu beso, fumar un cigarrillo
a petición del placer compulsivo.
Dos tontos hedonistas que ególatras son.
Sería un pacto: mi vida y la tuya en charolas de plata,
como alimento básico de todos los días.

Morder tu corazón, desangrar tus pasiones,
rasgar nuestro amor, herirnos con abrazos,
echar al aire una canción en gritos de distintos matices,
dar pauta a la imaginación y al fin: al principio nuevamente,
sí… brincar de este mundo a otro, quedarnos allá,
en un viaje sin retorno…
en una muerte perfecta…
en ese abismo donde mi paranoia acaba con la tuya…

Hablar, reír de terminación, poesías malhechas,
mediocre despertar, caída al cielo, fuera del encanto…
fantasías hechas verdad, verdad hecha polvo, polvo hecho nada,
nada hecha todo, y todo para que vinieras a mis brazos,
a aplazar mis sucios instintos suicidas,
río sin medida, enloquezco de ironía
al saberme tan sensata con mis declaraciones de amor y letargo.

Vehemente usé mi nombre
para suplir la manía de ensuciarme…
por fin otro nivel de comprensión…
he decaído a mis delirios más concurridos
de grandeza y sapiencia.

Genial como el defecto de mi imagen física;
eran dos curvas de espirales,
era un pincel y un cigarrillo en el cenicero cuadrangular,
era esa música inspiradora del silencio,
¡Oh, lo que he omitido para seguir ahí!

Deseo gritarlo y desaparecer
antes de que terminen de escuchar
sin comprender en su totalidad.

Ahora es tan fácil gozar de la expectativa más impersonal,
como contemplar el segundero de un reloj.
Qué tan específico es el continuo girar
de una manecilla sin vida, sin sentimientos,
qué tan placentero puede ser apaciguar una picazón en el cuerpo.

¿Cuánto trabajo te da pensar en mí?
¿Por qué ha de significar algo “algo”?
¿Acaso es nada?
¿Acaso balbucía mi nombre tu conciencia?

Dime por qué es tan exhaustiva una pregunta mal planteada…
por qué gira el mundo en torno a una mentira prolongada.
Por qué fue tan humillante descubrir que no somos el centro del universo,
ni el principio o el fin de la vida,
por qué no gira el mundo al revés, es decir,
por qué deja de girar si la gente no habla de ti.

Por qué hay cosas más relevantes que mi insomnio esta noche,
que el espresso de la tarde,
que haber despertado con vida,
que haber descubierto esas manchas de tinta roja.

Por qué sigo pensando en ti,
por qué hubo tanta tristeza en mi sueño…
Te amo, ¿Estás ahí?

No hay comentarios:

Publicar un comentario